domingo, agosto 14, 2005

Mon: Starbucks para noctámbulos

Starbucks habla de si mismo como "tu lugar entre la oficina y el trabajo" o "el living fuera de tu casa". La idea que venden (y muy bien por lo demás) es que antes de llegar a tu casa, pases por Starbucks a tomarte un cafecito. Asi han logrado crear una especie de adicción, una clientela habitual, que se deja caer siempre por ahi. Tiene mucho que ver el hecho que te pregunten el nombre para escribirlo en el vaso en que te van a preparar el café, así cuando lo tienen listo, te llaman por tu nombre, y no puedes evitar sentirte en casa. Además una de las grandes cualidades del personal de Starbucks es que tienen buena memoria y si vas 3 veces en una semana, o algo así, te saludan por tu nombre cuando llegas. ¿Genial no?

Bueno, toda esta introducción es para presentar al Mon, un barcito que queda en Las Condes, como a la altura del 8.000, al lado del Montserrat. Lo atienden sus dueños, Marisol y Antonio, y tiene el mismo concepto que un Starbucks, la primera vez que vas la Mari se acerca a tu mesa y te conversa un poco, te ofrece la carta (muy barata) y, con un poquito de magia, te hace sentir que llevas mucho tiempo yendo allá.
La gente que va, siempre vuelve y eso se nota porque a medida que van entrando, todos se acercan a la Mari y la saludan de beso.
Y lo han hecho bien, porque ahora que en Las Condes los bares tienen que cerrar a la 1:30 en la semana y 2:30 el fin de semana, el Mon ha pasado a ser otro "living fuera de tu casa", donde te pasas a tomar un copetito antes de salir, sin gastar mucho, con gente conocida. En fin, regalón.
La carta es un tema aparte. Tienen las promon, equivalentes a los combos, y que las separan en dos categorías: con y sin comida. Por ejemplo, una promon 5 que consiste en 2 caipiriñas más comida (que pueden ser empanadas, arrollados primavera o pizza) cuesa $3.500, una promon de vodka $5.000. Sin comida, la de vodka cuesta $3.000.
Las pizzas son ESPECTACULARES, así con mayúscula. Masa delgada, mucho queso, calientitas. Mmmmm, se me hace agua la boca de puro acordarme. Mi preferida es la 4 quesos. Ojo que una pizza chica da para dos personas con poca hambre.
Bueno, el Mon ha pasado a ser punto de referencia y de partida para muchos de mis amigos. La mayoría va por lo menos una vez a la semana.
¿Y cómo no? Con la Mari regaloneándote, la Paulina siempre con la mejor sonrisa y una carta que llena de manjares.

Vayan al Mon. En serio.


Y pregunten por la Mari...